lunes, 20 de junio de 2016

No hablamos de lo mismo


Me encontraba en mi primera semana de prácticas de Taller 3, sentía nervios, ansiedad y tenía muchas expectativas. Nuestra profesora del taller nos había recomendado que comencemos a hablar con las docentes de la sala acerca de las secuencias didácticas que íbamos a llevar a cabo.
Estábamos cerca del 12 de Octubre y para esa fecha la escuela iba a realizar una muestra, a la cual iban a asistir las familias de la Institución. Una de las maestras me dijo que podía realizar una secuencia al respecto para que los/as chicos/as expusieran ese día y por eso comencé a buscar actividades relacionadas con la fecha. Como todos saben ese día busca promover una reflexión permanente acerca de la historia y encaminar el diálogo para una diversidad cultural, como también la promoción de los Derechos Humanos de nuestros pueblos originarios.
A los pocos días llevé todas mis ideas escritas, esperando consejos, modificaciones, pero me encontré con una respuesta por parte de una de las maestras que iba totalmente en dirección opuesta a mis propuestas:

-“Qué pinten un indio”- Me dijo

 

Yo no le respondí nada. Simplemente me quedé asombrada y confundida. En el siguiente encuentro del taller hablé con mi profesora, le conté lo que había sucedido y decidimos hablar con las maestras y decirles que no iba a ser la efeméride la temática de mis secuencias.
Ahora, reflexionando, considero que se pretendía transmitir un mensaje errado en la muestra, según el Diseño curricular, que sobre entiendo todas las docentes deberíamos utilizarlo y conocerlo, propone tomar esta fecha para indagar con los chicos aspectos de la vida cotidiana del pasado y del presente, cosas que aún sigan manteniéndose, costumbres, entre otras; Con el fin de modificar las visiones “estereotipadas” que los/as niños/as tienen acerca de los pueblos indígenas, y su maestra, que debería saberlo, pretendía dejar de lado todo tipo de propuesta enriquecedora y centrarse en algo totalmente errado, estereotipado y no sólo eso, sino que también utilizó un término que no corresponde: “indio”, Ese término fue establecido ya que Colón con su viaje a América pensó que iba a llegar a Inidia y por eso nombró de esa forma a los habitantes de los pueblos originarios que encontró en su camino, pero en realidad el término correcto es “indígena”, que según el diccionario de la Real Academia Española hace referencia a “el que es natural del país, provincia, o lugar de que se trata”.
Además yo me pregunto, esa docente no se cuestionó si esa imagen que pretendía que los chicos pinten ¿representaba a toda la población de ese entonces?, ¿no realiza una generalización?, ¿no sería más enriquecedor comparar las vestimentas de ese momento con las de ahora o investigar acerca de lo que usan actualmente?, ¿la actividad tenía algún carácter pedagógico?, ¿iba a tener algún significado para esos niños realizar esa tarea?. Es responsabilidad nuestra y del jardín garantizar la apertura de otras miradas, ofreciendo propuestas de enseñanza que amplíen y enriquezcan los saberes que traen los niños acerca de estos pueblos originarios.

La actividad propuesta por la docente era desvalorizante para estos pueblos que conmemoramos, utilizaba una visión completamente estereotipada y carecía de sentido. Eso se transmite a esos niños en la escuela, un mensaje errado y no solo a ellos sino a la comunidad que asiste y que ve esa muestra (hablo en presente porque dudo que se haya modificado algo hoy en día). Y ahí comprendo, que nosotras como docentes, tenemos en nuestras manos algo valioso e importante, que es la posibilidad de transmitir ideales y saberes, a nuestros alumnos y a sus familias, lo cual puede ser enriquecedor o un gran error. Es importante recordar que somos los responsables de ayudar a los/as niños/as a reconocer y valorar la diversidad, pero para eso, debemos hacerlo primero nosotros mismos.



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