domingo, 13 de noviembre de 2016

Videoconferencia “Acerca de las complejas relaciones entre el Nivel Inicial y la familia”


Seleccioné la Videoconferencia que trata “Acerca de las complejas relaciones entre el Nivel Inicial y la familia” por Isabelino Siede. No solo es un tema que creo que nos atraviesa a todos los docentes en nuestra labor diaria, sino que también se relaciona con mi experiencia vivida en Taller 2, en la cual no hubo comunicación entre el Nivel y la familia y creo que es de suma importancia cuestionarnos e informarnos acerca del tema ya que en muchas ocasiones a través de la interacción podemos cambiar las realidades no solo del niño sino de todo su núcleo familiar.


Isabelino es doctor en Ciencias de la Educación, Licenciado en Ciencias de la Educación de la UBA, profesor para la enseñanza primaria en Educación Primaria en el Mariano Acosta, se desempeña como profesor en las Universidades Nacionales de la Plata, Moreno y la Patagonia Austral. Es asesor pedagógico de la escuela Aiqualis y el Jardín de la esquina. A publicado “Casa y jardín”, “Complejas relaciones entre en Nivel Inicial y las familias”, “Peripecia sobre los Derechos Humanos y el Curriculum escolar en la Argentina”, “Ciencias Sociales en la escuela”, “Criterios y propuestas para la enseñanza”, “La educación política”, “Ensayos sobre ética y ciudadanía en la escuela”, “Ciudadanía para armar”, entre algunas obras.

Al iniciar la conferencia habla sobre la problemática que en la actualidad afecta a los jardines y a los docentes: “la familia”.  Hace referencia a que esto ocurre cuando el docente ya está en ejercicio (con sus quejas sobre “la madre que le tocó”, “la familia de este chico”, entre otras quejas), en cambio a un futuro docente no es un tema que le preocupe mucho (le da prioridad a cómo enseñar, cómo armar planificaciones, entre otras cosas). Al ingresar al campo laborar comienza a aparecer esta problemática y es dónde la persona se cuestiona: “A mí no me prepararon para esto”. ¿Cuántas veces nos tocó lidiar con un padre/madre o persona responsable de un niño/a, el cuál demostraba desinterés por su hijo/a y por lo qué se le planteaba?, ¿en qué momento de nuestra formación docente nos enseñan a cómo tratar con un padre enojado?, ¿cómo manejarnos con familias que se muestran abandónicas con sus niños?, ¿Qué hacer con la falta de compromiso de las familias con el jardín?, ¿Hasta qué punto nosotros como docentes promovemos esta relación y comunicación? .

El problema inicial con las familias que plantea es una serie de representaciones o imágenes que dificultan el diálogo directo con los jardines. Hay una imagen fantasiosa sobre las familias de antes, ordenadas, armónicas, perfectas, completamente idealizadas; En cambio las de ahora tienen defectos, déficits, problemas. También aparece la idea de que las relaciones que había antes entre familias y escuelas eran armónicas, es decir era fluidas… Pero esto no era así.

Organiza la charla a través de 3 interrogantes:

- ¿Cómo eran las familias de esas épocas, la historia de los grupos familiares?

- ¿Cómo ha sido la relación entre familias y jardines?

- ¿Cuáles son las tensiones actuales entre familias y escuela?.
  
Para responder el primer interrogante comienza hablando sobre el significado de la palabra familia que refiere a un “conjunto de esclavos”. En la antigua Roma el Pattern de la familia era el dueño de una propiedad y el jefe, tenía esclavos, esposa, hijos, animales. Si alguna de sus descendencias no le gustaba podía “eliminarlos”.



El concepto de familia que tenemos en la actualidad como algo “lleno de cariño” se parece más a la realidad familiar de este momento que a esos tiempos lejanos. Otra diferencia son sus integrantes los cuales se transformaron en padres e hijos o inclusive con los abuelos, dejando de considerarse “propiedades”. Yo en este punto tal vez difiero ya que creo que ese concepto de que familia es algo lleno de amor suele estar atravesado por situaciones de abandono, violencia, desinterés. Si bien el "ideal" es ese creo que la realidad nos demuestra lo contrario.

En la época del río de la plata la sociedad era estamental, es decir estaba basada en diferencias desde la cuna, “por ser hijos de” sin importar las propiedades que tuviera. También era jerárquica y sus relaciones también (el varón sobre la mujer, el padre sobre el hijo, el hermano mayor sobre el hermano menor entre otras relaciones), la palabra igualdad era considerada subversiva para las familias de esa época.  El padre podía llamar a la fuerza pública para enderezar a alguna esposa que no andaba bien o podía mandar a buscar a algún hijo que no obedecía. Ellos podían acudir a la fuerza pública cuando había algún incidente dentro de la familia.


En esa época la gente no se separaba sino que uno de los dos iniciaba un viaje y el otro se quedaba. Había una autoridad paterna muy fuerte pero también cuestionamientos, conflictos, disidencias. Había formas diferentes de configurar parejas y de vivir la vida matrimonial.

A este tipo de familias les impacta la Revolución y los 50 años de guerras (de emancipación y civil). Esto produce una desorganización enormemente y una disminución del crecimiento demográfico.  Estos cambios dan lugar a la aparición de las jefas de hogar.

La escuela al comenzar a configurarse incluye dentro de su agenda pedagógica el intervenir e incidir en las familias. También asumió la tarea de inculcar una moral (modo de ser varón, modo de ser mujer y modos de configuraciones familiares. Con clara diferenciación de género y jerarquías).

Durante el siglo XXchacra, trabajaba para su funcionamiento. Al mudarse a la ciudad y cada uno tener su propio trabajo comienza a aparecer la autonomía para la toma de decisiones y se deja de lado el rol del padre dentro de la familia. También se realiza una separación entre sexualidad y procreación, ya que la pastilla anticonceptiva permite que la mujer deje de quedar embarazada y pueda tomar decisiones sobre sus vínculos con el hombre.

De esta manera la familia deja de tener ciertas funciones y desaparecen el concepto familia estable a lo largo del tiempo, reemplazándose por vínculos/relaciones o grupos familiares sin necesidad que se mantenga durante toda la vida. Este punto si se relaciona con la realidad actual, en dónde hay nuevas configuraciones familiares que pueden ser un/a padre/madre y un hijo, niños sin padres, abuelos/tíos cumpliendo la función de cuidado, entre otras. Los vínculos son cada vez menos estables y duraderos.


Isabelino retoma a los antropólogos y sociólogos que plantean dos modos de aproximarse al concepto de familia:
  • Como una estructura: padre, madre e hijos. (Lo considero más tradicional, ideal)
  • Por funciones: reproducirse, tener funciones de cuidado mutuo, tener espacios de socialización, tradiciones comunes. (Creo que hace referencia a la realidad de hoy en día, en este punto cuestiono la idea de familia "llena de amor")
En el SXXI hay configuraciones familiares de lo más variadas en la cual sus integrantes tienen funciones y aparecen cuestiones legales a respetar como la exigencia al pasar alimentos pero, no se puede obligar a querer a un hijo. 


Desde el 80 en adelante hubo modificaciones en la legislación familiar, por ejemplo aparece el divorcio, el matrimonio igualitario, entre otras cosas. Hoy en día la Ley avanzó más que las transformaciones culturales y desde la escuela dan batalla a las nuevas configuraciones familiares es decir que les cuesta aceptar a las mismas.




Al iniciarse el ejercicio de la docencia, como dice Isabelino lo que más nos pesa son todas las imágenes que hemos formado a lo largo de nuestra vida. A lo que intenta llegar con este paso por las distintas épocas es a que comprendamos que antes y ahora las familias se manejaron de la misma manera, solo que a nivel legal las cosas antes se prohibían pero no significa que no existieran. Y creo que las configuraciones familiares, las cuestiones de género son cosas que debemos plantearnos día a día en nuestra labor docente. ¿Cuántas veces juzgamos a un padre/madre por ver que modificaba su pareja a lo largo de el transcurso de su hijo por el jardín?, ¿cuántas veces le atribuímos alguna característica del niño a la falta de compromiso del padre/madre?, entre otras cosas. Ahora yo me pregunto ¿por qué situaciones que en nuestra cotidianeidad nos parecen tan naturales las juzgamos al estar posicionadas en nuestro rol docente?.





 





Para hablar sobre la relación entre las familias y los jardines, Isabelino cita a Pestalozzi y Froebel quienes imaginaban esta relación como algo continuo y contiguo. También consideraban que la maestra debía hacer lo mismo que la madre en su casa y viceversa, educándose mutuamente. Entonces los niños se movían en ambientes continuos tanto en la casa como en el jardín.











Luego mensiona a Sarmiento y Juana Manso. Sarmiento por su parte propone hacer jardines para evitar que los padres eduquen a sus hijos porque piensa que ellos no saben hacerlo, este es un modelo de ruptura y rechazo. Muchas veces retomamos este modelo al pensar que los padres de algunos niños no estan aptos para educarlos y los juzgamos pero, ¿no sería mejor abrir la comunicación con esas familias para ver que es lo que pasa, en qué podemos ayudarlos?.




Juana Manso dice que hay que hacer internados para sacarles los hijos a los padres ya que ellos los educan mal.




En este modelo no hay instancias de cooperación entre la escuela y las familias es decir no se propone que en ambas instituciones se hagan tareas diferentes pero articuladas. Esto recién aparece a mediados del siglo XX cuando el Nivel Inicial se masifica y los padres que llevan a sus niños al jardín en muchas ocasiones no saben por qué lo hacen o como relacionarse con la institución.

Hoy en día hay costumbres mantenemos de todos estos modelos nombrados, por ejemplo en el período de adaptación esperamos que los padres estén cerca de la institución para acudir a ellos cuando haga falta, como a principios de los 70. Y los docentes hacen malabares para acomodar estos horarios que nos pide el jardín.

Por último para hablar acerca de las tensiones entre familia y escuela Isabelino decide nombrar 5 de ellas:


Tensiones en torno a la confianza: Tomando a algunos sociólogos, Isabelino establece que la confianza es una expectativa positiva sobre la conducta futura del otro y que es un componente necesario en la relación pedagógica. Las familias al llevar a los chicos al jardín confían en la integridad ética de los docentes, directivos. El jardín confía en la familia suponiendo que la misma cumple con funciones de cuidado, de abrigo, de alimentación, de socialización.

Muchas veces esta confianza es quebrada y acá me gustaría tomar mi experiencia en Taller 2 nuevamente, si nosotros creemos que la familia debe cumplir con esas funciones y vemos que hay un conflicto (en este caso la violencia) que está atravesado el núcleo familiar. ¿Cuál es nustro rol docente?, ¿cómo llegar a esas familias y ayudarlas?.
 


Plantea que hoy hay una crisis de confianza que hace muy difícil transitar el camino. Isabelino considera que entre la confianza y la desconfianza hay un tercer momento que es la no confianza que se parece al vínculo que tenemos con las personas en nuestra vida diaria, esta “no confianza” es el proceso en el cuál mientras yo conozco al otro no confío, ni desconfío. Él propone que los jardines y las familias lo pongan a prueba, construyendo el vínculo más progresivamente sin generar expectativas, ni suponer sobre el otro.
 

Tensiones en torno a la autoridad: Este punto tiene que ver con lo que el otro sabe y puede hacer, Isabelino cree que tiene más que ver con el posicionamiento de las familias ante la escuela. Esta situación genera una oportunidad, ya que cuando los padres cuestionan lo que la docente hace, propone, o no, la misma debe aprovecharlo para explicar el “por qué” de cada acción y así ir construyendo su autoridad. Es decir justificando las decisiones que toma.

Tensiones en torno a la legitimidad: Isabelino plantea que lo que más se cuestiona a ese legado de la fundación del Nivel Inicial es la idea de que la tarea de la escuela y la familia es la misma. Considera que estamos en una sociedad pluralista y lo esperable es que el trabajo de la familia y la escuela se distingan. La docente es un agente público y los niños en la sala se comienzan a formar como ciudadanos, por eso la escuela hace lo que ninguna otra institución puede hacer que es construir a sus integrantes en sujetos públicos.


El rol de la familia es orientar a sus hijos en los caminos de búsqueda de la felicidad y comunicar criterios, valores, costumbres que considera importante. El jardín ante esta situación no tiene que decir que una elección es mejor que otra, debe convivir con esos caminos aunque no sean iguales a los propios.


La familia y la escuela debe establecer reglas para poder construir en forma común, sin imponerse ideales, costumbres, entre otras cosas.


 


Hoy hay familias poco activas en este camino de búsqueda de la felicidad. Isabelino hace una crítica a los medios de comunicación que ofrecen lo que el otro necesita para ser feliz, en otras palabras, venden felicidad. El jardín no debe juzgar lo que está bien o está mal de esta situación, pero si puede ampliar el universo cultural en esta búsqueda de felicidad ofreciendo: cuentos, poesías, películas, entre otras cosas. Esto les permite a los chicos ELEGIR.

 









La escuela se posiciona frente a las familias, mostrando prohibiciones y promoviendo ciertas cosas. Esto es parte de las reglas de convivencia de la comunidad. En este posicionamiento creo que es función de la escuela promover charlas, encuentros en dónde se hable sobre la violencia, las necesidades de los chicos, se planteen interrogantes acerca de qué necesitan las familias, cómo ayudarlas.
 

Tensiones en torno a la comunicación: Es el problema más frecuente en las escuelas.  Isabelino nombra tres niveles de comunicación que se da entre familias y jardines:
 

-Nivel del trato: comunicaciones ordinarias, las notas de los cuadernos, la cartelera, entre otras cosas. El código es relevante, es decir, debemos adecuarlo para que el otro entienda. La escuela muchas veces supone que el otro sabe lo que estoy pensando.
 

-Nivel del contrato. Las expectativas recíprocas que tiene la familia con el jardín y viceversa. Cuando el contrato se rompe ahí aparece el conflicto. Muchas veces suponemos cosas teniendo en cuenta nuestra propia historia y cuando no es así se rompe el contrato.

Este contrato se construye y reconstruye constantemente. Hay que pensar ¿Qué espera la familia de nosotros?, ¿Qué esperamos nosotros de ellos?

-Nivel del sustrato. Es el conjunto de representaciones, las ideologías, los valores, las creencias que le dan contenido al contrato. Detrás de los juicios de valor hay una ideología.
El jardín debe modificar algo del sustrato de la comunidad en la cual se inserta. Por ejemplo si vivimos en un país en el que hay desigualdad, maltrato, violencia, abandono, lo esperable es que el trabajo del jardín cuestione esas tradiciones culturales a través de estrategias institucionales. Éste punto retomando mi experiencia en Taller 2 fue uno de los qué falló, la docente si bien veía que había algo que estaba pasando dentro de la familia del niño no actuó, ni planteó estrategias institucionales para ayudarlo.

Tensiones en torno a cooperación: Isabelino cree que las familias son los que más participan de este conflicto. Cooperar significa operar juntos, participar en un proceso de decisión y de ejecución, el jardín debe incluir a la familia en ambos procesos, habilitar diálogos y espacios de participación para que todos puedan expresar sus intereses. Esto habilita una sociedad que comienza a tomar decisiones en conjunto.

Estas tensiones son oportunidades para pensarnos como instituciones e invitar a pensar a las familias.

Me interesa una de las últimas reflexiones que hiso Isabelino acerca de ser instituciones participativas e inclusivas, que dialoguen con las familias demostrándoles que hay cosas para construir conjuntamente así como también hay cosas que no se van a tolerar, por ejemplo el maltrato, el abandono, la violencia en las familias. Es legitimidad de la escuela denunciar lo que está ocurriendo. La escuela debe garantizar que lo que ocurre en las familias sea algo que dignifique y respete el derecho de los chicos.

Seleccioné esta conferencia ya que en mi experiencia durante el transcurso de la situación elegida para analizar y construir mi documento pedagógico la institución no dialogó con la familia, no buscó construir un vínculo de confianza, no denunció una situación violenta que el niño estaba viviendo y por sobre todo no garantizó el bienestar del niño. Yo entiendo que hay situaciones que a veces se nos escapan de las manos por falta de información, por miedo, por pensar que "nada va a cambiar", pero creo que los verdaderos docentes son los que luchan por superar esos pensamientos, los que buscan el cambio, los que confían que esas realidades pueden ser mejoradas. Y qué mejor que ofrecer nuestras herramientas, nuestro apoyo, nuestra escucha.... Para reflexionar.

A continuación la conferencia para todos los que quieran verla:



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