domingo, 13 de noviembre de 2016

Videoconferencia "Primeros años, creciendo juntos - Los límites" - Canal encuentro


Elegí esta videoconferencia ya que creo que los límites son un tema que nos inquieta no solo a nosotros como docentes sino también a las familias. ¿Cómo abordarlos?, ¿De qué forma tratarlos en la sala?, ¿Se puede trabajar en conjunto con las familias?, ¿Qué pasa si nuestros límites no coinciden con los que se establecen en la casa y viseversa? son algunos de los interrogantes que se me vienen a la mente. 

El video comienza hablando del adulto y su posibilidad de poner límites, dice que debe saber hacerlo sin enojarse con los chicos y siendo claros.


El primer tema a tratar es: el ¿por qué de los límites? 





Norma, maestra del Chaco dice que son necesarios para poder convivir en la sociedad, porque sino sería todo un “caos”. También hace referencia a las normas y a los acuerdos de convivencia. Esto me recuerda a los contratos, tanto que se establecen con las familias, como los que establecemos con los niños. ¿Qué esperamos de los demás y qué se espera de nosotros?, ¿Qué actitudes/comportamientos se espera del otro y de uno mismo?.

Otro de los temas que hace foco es en la “paciencia”, que no significa “aguantar”. Se lo asocia a una virtud, un don, diferenciándolo de la tolerancia en la que está en juego el que “no me importe nada de lo que haga”. Se asocia la paciencia a la inteligencia, es decir implica capacidad de espera y buen humor.

Algunos testimonios de los padres:
 
"Una de las madres dice que el “No” está relacionado con el cuidado de uno mismo y de los otros, que se establece para que se lastime el niño, ni se lastimen los otros. Da ejemplos como: No pegarse, No herirse con la palabra, No treparse de cualquier lado, No a subir la escalera solos, No a querer tocar a cualquier perro de la calle. Cuenta que en su familia es la persona que pone los límites y que es la que más tiempo comparte con la niña. El padre tiene una figura más fuerte ante la niña y cuando dice NO se lo respeta, con la madre cuesta más por esta confianza y cotidianeidad." Lo que me llamó la atención es la reiteración de la palabra NO, yo considero que siempre es mejor explicarle a los niños porque esa acción que se está llevando a cabo está mal o no es correcta. No promuevo el NO, sino el hacer las cosas de otra manera.
Esta madre también cuenta que cuando hay que repetir tantas veces lo mismo llega un momento en que el NO cobra sentido y se pone en “penitencia”, aunque “lloren, griten y pataleen”." El tema de tener que reiterar el NO, tal vez si a ese niño no se le dijera NO y se le explicara con fundamentos lógicos como manejarse de otra forma no sería necesario reiterarlo repetidas veces para que lo comprenda. ¿Cuántas veces nos encontramos con chicos que no comprenden los límites impuestos?, ¿Nos replanteamos la manera en la que estamos transmitiéndolo?, ¿buscamos alternativas?

"En la familia de Jésica y Diego el padre también tiene este rol, él se considera el que “más la reta” y el “malo de la película”. La forma de establecer los límites es hablando." No pasa por ser el que más reta o por ser malo, uno tiene que demostrarle al niño que al establecer límites no se les está prohibiendo por maldad realizar alguna acción, sino que se le ofrece herramientas para que pueda considerar nuevas alternativas y acciones.

"En la familia de Román y Rosa los límites son impuestos por ambos padres, aunque a la mamá no le hacen caso de la misma manera que al papá." Yo creo que esto a nosotros también nos pasa, cuando pensamos ¿porqué no me hacen caso a mi y si a otras maestras?, deberíamos plantearnos nuestros posicionamiento frente a los niños y de qué forma nos estamos comunicando, tal vez no seamos claros o nos contradecimos.


El segundo tema a  tratar son "los límites por edades":



Se toma a los niños pequeños como “grandes exploradores” que les cuesta adaptarse a los ritmos de la vida convencional y sus límites.

Laura docente de San Salvador de Jujuy dice que los más pequeños todavía están dependiendo de uno pero que al mismo tiempo entienden y se debe trabajar con ellos para que comprendan los límites.


Beatriz Montenegro, médica pediatra aconseja tapar los enchufes cuando los niños comienzan a caminar y no dejarlos al alcance de ellos. La pediatra considera que si uno le dicen NO a un niño el ya sabe que no se debe hacer porque sino puede haber un castigo (no físico). Yo en lo particulr no usaría la palabra castigo, sino que así como hablamos anteriormente acerca que los niños entienden debemos asociar la acción del niño a un entendimiento acerca de lo que se le está planteando y no a un miedo a ser castigado. Creo que hay un hilo delgado entre ambas posibilidades y que debemos ser sumamente cuidadosos en nuestra comunicación para que ellos no interpreten de otra manera los límites.


Considera que ellos todavía no tienen incorporado el compartir, por eso se debe tener de un mismo juguete varios ya que es mejor esto que exigirle un tiempo de espera o que preste algo que no puede hacer por su capacidad psíquica. Tal vez sea una alternativa al principio, pero luego creo que hay que fomentar el "compartir" en forma progresiva teniendo en cuenta sus posibilidades.


Se considera que según la edad del niño las cosas cambian. Un niño de 4 y 5 años puede adaptarse a ciertas normas, escuchar ciertas consignas y responder a ellas. Un bebé o un niño muy chiquito todavía necesita mucho desarrollo del gesto espontáneo, es decir ese impulso de hacer que se relaciona con la curiosidad, el aprendizaje que tiene que ver con la inteligencia y todavía tiene mucha dificultad para reprimir impulsos. Esta impulsividad primera no es un niño que se porta mal, es un niño que por su constitución subjetiva, por su vida afectiva, por sus posibilidades solo puede hacer eso. Lleva un tiempo de aprendizaje negociar y esperar. Acá aparece nuestra comprención ante los niños que a veces no responden a nuestros límites o pedidos, no debemos enojarnos o catalogar a los niños, debemos entender en qué estapa está. ¿Cuántas veces juzgamos o ponemos en un papel de conflictivo al niño que no presta o no nos escucha?.


También nombran al principio del placer, el cuál rige a los niños desde muy chiquitos: “Yo quiero hacer lo que me gusta y lo que quiero”. Cuando un adulto dice no en reiteradas ocasiones el niño llora ya que no puede hacer otra cosa. El llanto equivale a palabras no dichas.


Algunos testimonios de los padres: 

 
"Alejandra la mamá de Rocio de Salta habla sobre la curiosidad que se despierta en los más pequeños y en la contradicción que aparece cuando uno dice “No lo hagas” y lo hace. En ese momento considera que hay que poner el límite." Coincido que hay que poner el límite pero también hay que tener en cuenta la capacidad cognitiva del niño, progresivamente irá comprendiendo que hay distintas alternativas de acción.


"María Julia mamá de Emanuel de Buenos Aires se plantea si en ocasiones será muy estricta ya que es muy pegada al niño y aparece el miedo a si se están haciendo bien o no las cosas.". Acá tiene que aparecer nuestra seguridad como adultos de saber que estamos haciendo bien las cosas, que estamos comunicándonos de la manera correcta y de la forma más clara, si eso es así no tendremos dudas al respecto.

El tercer tema a tratar es "el berrinche":



Lautaro uno de los niños que da su testimonio dice que “A veces ellos no pueden compartir y que al no poder jugar lloran”. Este niño comprende perfectamente algo que nosotros como adultos a veces no vemos, los niños dependiendo su etapa cognitiva a veces les resulta imposible compartir con los demás, cuando se les impone el límite su forma de expresar su mal estar y disconformidad es llorando. En estos momentos recomiendan hablarles en voz baja y explicarles la situación y que hay distintos modos de realizar las cosas.


Calmels diferencia entre “expresar un mal estar” y “poner un orden y un límite”.  Dice que uno no debe quejarse para poner un límite sino que se debe utilizar la forma más humana y cálida posible para explicar la situación. Esto implica postergar cosas que no pueden hacerse ahora y tal vez en otro momento si, implica que el niño se resigne y que espere hacerlo en otra instancia. Es beneficioso para el chico que los padres puedan construir esto. Me resulta sumamente interesante esto que plantea Calmels y me recuerda a cuántas veces como docentes dijimos: "No puede ser que siempre tires el vaso", "Tenes que sentarte para tomar la merienda", "Los juguetes se deben compartir con los compañeros" y tal vez no nos planteamos que la mejor forma de establecer límites es hablando y explicando y no a través de una queja, ya que el niño nota nuestro mal estar y es probable que eso le genere rechazo y en muchas ocasiones miedo, sin comprender la situación.


Beatriz Montenegro retoma la palabra diciendo que los padres siempre tienen que acordarse de que los adultos son ellos y que las decisiones son de ellos. “Los caprichos” son pruebas que los niños hacen para ver hasta dónde uno sabe cómo reaccionar frente a esto. Jamás se debe enojar ya que se ingresa en el terreno del chico que está demostrando que hay algo que no puede controlar. Esto retoma un poco lo anteriormente hablado acerca de la culpa que uno siente al establecer límites con los niños, acá es dónde debe aparecer la seguridad en uno mismo de que lo que está haciendo es lo mejor y se está desarrollando de la mejor forma posible.


Luego recomienda lo siguiente al momento de establecer los límites:


-Ser claro y específicos usando palabras y no gritos.
-Se les debe decir lo que pueden hacer y NO lo que no pueden hacer.
-Se debe hablar bajo y de forma positiva.
-Se debe explicar en pocas palabras el porqué del límite.
-No se debe atacar su autoestima, hay que desaprobar las acciones de los niños y no a ellos.


El cuarto tema a tratar es "explicar los NO":




La docente dice que los límites se trabajan durante todo el año ya que los chicos absorben todo lo que les transmitimos. Debemos hablar con ellos y explicarles el porqué del NO.

Noemí Beneito, psicomotricista dice que el límite debe ser: necesario, corto, preciso, serio y sin enojo.


El niño debe tener la garantía de que el límite se va a quedar ahí, sino no es límite. No hay que contradecirse, ni contradecir. No se deben marcar si no se van a sostener. Si el niño llora hay que dejarlo o consolarlo dependiendo al situación.


Algunos testimonios de los padres: 


“No me retes papá yo te quiero”. Acá se retoma lo hablado en el punto anterior, cuando el niño llora o dice frases como estas desafía al adulto a ver quién se desborda primero. En estos momentos es cuando nos tenemos que mantener firmes en nuestra postura para no generar confusión, siempre siendo coherentes y calmos.


“Cuando yo digo no, es no, y luego les explico por qué”. Tal vez sería bueno no hacer énfasis tanto en el "No" sino en el porqué del límite.


“Yo me planteo, ¿está bien?, ¿Estoy siendo muy mala?”


“Mi hija me decía sos mala, muy mala. Y ahí me cuestiono: ¿seré muy rígida?, ¿le estaré exigiendo mucho?. A la vez pienso que le estoy haciendo un bien.”


“Si la reté mucho o le levanté la voz le pido perdón”. Acá aparece un claro ejemplo de la contradicción, de esta manera no ayudamos a los chicos, sino que les generamos confusión y ellos terminan no sabiendo como manejarse en futuras situaciones.


Lautaro, un niño considera que “castigo” significa que es una cosa que cuando vos queres algo que te gusta mucho no podes usar porque está prohibido”. Este niño no comprende que a veces aunque nos guste algo mucho no podemos usarlo o tenerlo ya que hay ciertos límites a respetar, tal vez en otra situación si se puede utilizar o tener dependiendo el contexto. Creo que en este caso predominó el no antes que el porqué.


El quinto tema a tratar es “Límites y comprensión: ¿Cómo explicarlos?":


No se les puede hablar a los chicos de cualquier manera, es importante entrar en comunicación con ellos. Se los tiene que comprender ya que ellos entienden. No hay que gritar porque ellos se asustan. Es del adulto que depende el buen desarrollo de un chico.
Se debe resolver el conflicto, detectándolo y hablándolo. El adulto debe mantener la palabra al poner los límites. Tenemos que ver qué le pasa, si es una estrategia para conseguir algo o si es real. El chico se desconcierta pero entiende el valor de la palabra y eso hay que enseñárselo en la convivencia. 


Plantea los siguientes puntos importantes al establecer límites:

-No contradecirse a uno mismo ni a los otros adultos.
-Es importante acordar los límites para transmitirlos de forma clara sin confundir a los niños.
-Si los límites se cambian los niños no saben ¿qué se espera de ellos?
-Es bueno darle a los chicos un espacio para tomar decisiones, reflexionando.
Se debe sostener a los niños con la mirada, con el aliento, con la caricia, con la voz, con la presencia, con la calma. Se debe aprender a disfrutar a los niños.

 
Algunos testimonios de los padres:

“Los límites se los pone el padre porque a mí no me hace caso nunca. Él dice no y es no, yo le digo que no y le doy lo que quiere”.

Creo que el último punto es un poco un resumen del resto de la conferencia. Me gustó que se incluyeran los testimonios de los padres ya que en ocasiones me siento identificada con sus dudas e inquietudes. Al mismo tiempo nos permite ver que cuestiones pasan por la cabeza de las familias en cuanto a este tema. Creo que es fundamental la comunicación con ellos al respecto ya que nos va a permitir  trabajar en conjunto evitando contradicciones, confusiones o mal entendidos.

 
Les dejo a continuación el Link de la conferencia:


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